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viernes, 23 de agosto de 2013

El embarazo de la cachorra II

Durante el primer mes de embarazo, debes intentar que haga una vida tranquila: podrá correr, pasear, jugar y es muy importante que sigas con la alimentación como hasta ahora. No aumentes la cantidad ni le des suplementos vitamínicos de ningún tipo. Lo único que conseguirías es que tu cachorra pueda tener un problema de sobrepeso. A nivel visual, no notarás ningún síntoma de embarazo.
 
Durante el segundo mes de embarazo, observarás como su panza va aumentando progresivamente y las mamas se van hinchando. Seguramente tendrá más apetito y se encontrará más cansada. Es el momento en que tendrás que aumentar un 15-30% la cantidad de comida y deberás moderar el ejercicio físico: nada de correr, ni pegar saltos, ni cansarse. Consulta con el veterinario procurarle un suplemento de calcio, puesto que la deficiencia de calcio pueden poner en peligro la vida de la cachorra.

Recta final del embarazo, a partir de los 50 días: tu veterinario le administrará un desparasitante interno para evitar que los gusanos o tenias puedan invadir los intestinos de la madre y los cachorros.

Durante el parto: si tu veterinario ha confirmado que durante toda la gestación no ha habido problemas, podrá parir en casa bajo tu vigilancia. Si el veterinario cree que es mejor que para en la clínica, es mejor dejarlo en sus manos. Cuando la hora se acerque, observarás como tu cachorra empieza a mostrarse nerviosa, inquieta y buscará un sitio tranquilo y poco iluminado para poder llevar a cabo el parto. Es aconsejable que tú misma prepares una guarida con una caja de cartón, con un manta para que tu cachorra se sienta segura de poder parir en su interior. El parto puede durar algunas horas, tu cachorra se lamerá insistentemente la vulva para facilitar la dilatación y lubricar su vagina para que los cachorros puedan salir con mayor facilidad. Antes de que pasen dos horas después de la primera contracción, nacerá el primer cachorro, y el siguiente nacerá con una oscilación de 20 minutos aproximadamente entre nacimiento y nacimiento; en caso contrario, será fundamental llamar al veterinario.

Si todo va bien, tu perrita ayudará a los cachorros a deshacerse de la placenta y del cordón umbilical pero, si observas que esto no sucede, con ayuda de unos guantes y una toalla húmeda y tibia, deshazte de la placenta con suavidad y limpia los cachorros. Los cachorros deberán empezar a mamar casi de inmediato: si observas que alguno no lo hace, tendrás que ayudarlo o avisar al veterinario.

Como ves, toda una aventura emocionante e inquietante. Ante cualquier duda no dejes de llamar al veterinario. Y recuerda: la esterilización es la mejor medida ante problemas como embarazos no deseados, falsos embarazos o embarazos psicológicos, etc.


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