¿Qué hacer si ya no puede mantener a su perro?

Los motivos para excluir a un perro de su hogar son diversos: problemas de salud de los dueños o de los animales, vecinos quejumbrosos por las mascotas, un cambio de domicilio, un divorcio o porque los animales fueron un regalo que no se quería o  la falta de recursos para mantenerlo.

Algunas personas buscan alejar a sus canes porque no cuentan con paciencia para cuidarlos, limpiarlos, educarlos o sacarlos a pasear. Al primer zapato mordido se están deshaciendo del perro.

¿A dónde mando a mi perro?

El primer paso tras reconocer que ya no se quiere o puede tener a un perro es contactar con una organización protectora de animales sin fines de lucro para que le busquen un hogar.

En esos lugares lo primero que recomiendan a los dueños es la esterilización del perro, aplicarle una vacuna antirrábica, chequeo clínico general y dejarle croquetas en el lugar mientras se encuentra un nuevo hogar.

Hay que preguntar si el albergue tiene registro legal, para evitar caer en casas protectoras que solo lucran con los animales.

Dueños responsables

Los dueños deben hacerse preguntas básicas antes de abandonar a sus animales.

Entre ellas: ¿Por qué quiere deshacerse de su mascota? Si la respuesta es porque tiene mal temperamento, el dueño podría buscar ayuda con un especialista para mejorar la actitud de su animal. Si es porque ya no tiene dinero para mantenerlo, habría que preguntarse si existen servicios médicos gratuitos cerca de su vecindario. Si no hay solución habría que buscar a una casa protectora de animales.

Para dar un perro en adopción hay que ser honesto: Si se orina dentro de la casa, si muerde los muebles o los zapatos, para que el nuevo dueño no se lleve sorpresas y luego lo deje en la calle.

Miles de animales se ponen en adopción por año, pero no quiere decir que vayan a tener una buena vida, a veces son victimas del maltrato, lo dejan en la calle, paran en mercados, peleas de perros o criaderos.

Antes de adoptar a una animal es primordial considerar la talla, el costo de la comida y los servicios médicos, la salud del perro

, el espacio de la casa, el tiempo que se dedicara a su mascota y hacer un consenso para que toda la familia esté de acuerdo con la llegada del animal.